Nueva Arquitectura
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Reparaciones en vigas de madera

La causa más frecuente de daños en las vigas y forjados de madera es la exposición a la humedad, ya sea por filtraciones desde el exterior o por fugas en las redes de fontanería y saneamiento. La humedad crea las condiciones propicias para la aparición de hongos e insectos que se alimentan de la madera, pudiendo llegar a desintegrarla completamente.

 

En cualquier caso, la primera medida a adoptar consistirá en eliminar la fuente de humedad que está causando los daños.

 

Vamos a comentar las formas más habituales de reparar los daños:

 

  • Si el ataque ha sido muy severo, lo más sensato es proceder a la retirada y sustitución completa del elemento dañado. Lo habitual es colocar vigas de acero en su lugar, aunque también se podría colocar una nueva viga de madera.

 

  • Si el ataque se ha producido en una zona muy localizada, es posible plantear el corte de la zona dañada y reemplazarla por otro tramo de madera otro elemento a modo de prótesis, ya sea con elementos metálicos o de madera. También se pueden emplear resinas especiales para reconstruir las zonas dañadas.

 

  • Si el ataque es leve, se pueden aplicar productos protectores orgánicos mediante inyección o pulverización.

 

  • Si el ataque se estuviera produciendo por la acción de  termitas, la solución es más compleja, ya que los daños suelen estar ocultos en el interior de la madera y no suelen verse, complicándose su detección. Además, para eliminar completamente el problema sería necesario localizar el termitero, lo que no siempre es posible. En estos casos, los tratamientos también pasan por realizar inyecciones en las piezas de madera y por intentar aislar el edificio mediante la inyección de productos especiales en los muros.

 

Los daños también pueden ser debidos a fallos mecánicos de la estructura, debido a una sobrecarga de la misma. En estos casos, lo habitual es recurrir a refuerzos de la estructura. Entre los refuerzos se aconsejan los siguientes:

 

  • Reforzar pieza a pieza, normalmente con elementos metálicos.

 

  • Colocar una viga parteluz o jabalcones, debajo de las vigas dañadas, de modo que se reduzca la distancia a salvar por las vigas (la luz de la viga).

 

  • En el caso de viguetas de forjados, se suelen colocar nuevas viguetas entre las existentes, de forma que se reduzca la carga a absorber por cada elemento.

 

  • Ejecutar una losa de hormigón armado por la cara superior del forjado, y conectar las antiguas viguetas a la nueva losa mediante conectores de acero.

 

En todos los casos, se trata de técnicas complejas, que necesitan ser prescritas por un técnico competente que analice cada caso, de forma que se ejecute la opción más idónea teniendo en cuenta cuestiones de tipo funcional, estético y económico.


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