Nueva Arquitectura
Nueva Arquitectura

Las humedades por condensación

 

 

¿Qué son las humedades por condensación?

 

Este tipo de humedad, se suele presentar en paredes y techos, en el interior de las viviendas, se produce por la diferencia de temperatura entre la superficie interior y exterior de los cerramientos (paredes y techos).

 

Suelen producirse en invierno siendo más frecuente en las fachadas no soleadas como son las fachadas orientadas al Norte.

 

Estas fachadas se enfrían alcanzando temperaturas muy bajas, mientras que en la cara interior de las fachadas, la que da a nuestras viviendas, suelen estar más calientes debido a las calefacciones.

 

Esa diferencia de temperatura entre el exterior y el interior provoca que la humedad contenida en el aire de las viviendas se condense transformándose en gotas de agua que humedecen, paredes, techos y ventanas.

 

La existencia de humedad en el aire interior es normal, suele generarse al usar agua caliente   en baños, al cocinar, o simplemente por la respiración de los seres humanas. Lo que no debemos considerar como normal, y por lo tanto debemos evitar, es la condensación de esa humedad en las viviendas.

 

Este fenómeno no se da en paramentos que lindan contra otras viviendas o locales, pues al estar éstos calefactados, nunca se dará el caso de tener las dos caras de una misma paredes a diferente temperatura. Tampoco suele darse en fachadas, que aún orientadas al Norte o zonas sombrías, tienen mucho espesor (viviendas antiguas) o disponen de cámara de aire ventilada.

 

Las fachadas orientadas al Este, Sur u Oeste sólo podrán tener condensaciones en climas fríos y con pocas horas de soleamiento.

 

Las estancias demasiado herméticas y con escasa ventilación suelen ser las más vulnerables, sobre todo si están expuestas a focos que generan humedad, como baños y cocinas.

 

Por qué debe evitarse la condensación?

 

Las condensaciones se hacen más evidentes en las paredes que han sido alicatadas, el motivo no es otro que la poca o nula porosidad de los azulejos cerámicos. La poca porosidad convierte a los alicatados en elementos que no absorben la humedad por ello es frecuente verlos "llorar". Los cristales de las ventanas se comportan igual que los azulejos y son los lugares que primero nos avisan de la existencia de condensaciones en nuestros hogares.

 

En cambio, las paredes y los techos enlucidos con yeso, al ser materiales más absorbentes, no expulsan la humedad, sino que la absorben, apareciendo con el tiempo colonias de hongos que poco a poco se van extendiendo.

 

Esas colonias de hongos presentan un aspecto negruzco y se sitúan con más frecuencia en las zonas altas de las paredes, en su encuentro con los techos, debido a que el aire caliente y húmedo, menos pesado, asciende hacia esas zonas.

 

Las colonias de hongos liberan sus esporas y éstas pueden ser inhaladas por las personas pudiendo contraer enfermedades respiratorias.

 

¿Cómo podemos evitar las condensaciones?

 

La condensación puede evitarse simplemente ventilando nuestras viviendas y renovando el aire cargado de humedad por otro aire menos húmedo. Pero en invierno esto no simplemente resulta cómodo por lo que debemos apostar por otras soluciones más efectivas.

 

Aislar térmicamente las paredes es una solución muy eficaz. Puede hacerse desde el exterior utilizando aislantes térmicos o tabiques pluviales cuando se trata de fachadas medianeras en contacto con el aire.

 

Interiormente también podemos aislar las viviendas levantando un tabique (normalmente de cartón yeso), aunque esta solución supone perder superficie útil en la vivienda.

 

Sustituir las ventanas por otras que tengan un sistema de transpiración es otra solución.

 

No calefactar en exceso nuestras viviendas, evitar las calefacciones de butano, calentar la ropa húmeda en radiadores suelen ser medidas que debemos tener en cuenta para combatir las condensaciones.

 

¿Quién debe pagar las obras para evitar las condensaciones  en una comunidad de vecinos?

 

No todas las viviendas de una misma comunidad se verán afectadas por las condensaciones, pues como ya hemos visto, la orientación de las fachadas es lo que más influye.

 

Pero las fachadas son elementos comunes de un edificio, por lo que deberá ser la comunidad la que afronte los costes de esas reparaciones.

 

También es cierto, que en bien de todos, la comunidad puede exigir que los vecinos adopten prácticas encaminadas a reducir estos riesgos, evitando calefacciones de gases licuados del petróleo (butano), ventilando en la medida de lo posible y evitando elevar al extremo a las calefacciones.

 


E-mail