Las grietas son aquellas aberturas que aparecen de forma incontrolada en un elemento constructivo de forma que afecten a todo su espesor, en contraposición con las fisuras, que serían aquellas aberturas que afectan solo a la superficie o acabado superficial del elemento.
Las grietas pueden aparecer en paramentos verticales tales como fachadas, muros estructurales y tabiques, pero también en paramentos horizontales como suelos y techos.
Lo mismo las grietas como las fisuras aparecen principalmente porque se produce un esfuerzo de tracción en el elemento constructivo afectado que supera la capacidad resistente del mismo a dicho esfuerzo.
También pueden producirse por esfuerzos a compresión que acaban por comprimir y aplastar al elemento constructivo. Es el caso típico de un tabique que se agrieta horizontalmente debido a la deformación del forjado superior.
En cambio las causas que pueden producir esfuerzos a tracción suelen ser más diversos. Entre estas causas, destacamos las siguientes:
Antes de proceder a la reparación de una grieta debemos analizar y anular la causa que la origina. Si no lo hiciéramos, la grieta volverá a aparecer con toda seguridad.
Por lo tanto, para anular la causa que ha provocado la aparición de la grieta es necesario realizar en primer lugar un correcto diagnóstico del proceso patológico que ha originado la aparición de la grieta y así poder obrar en consecuencia.
Una vez eliminada esta causa, podremos proceder a reparar el efecto de la lesión, es decir, la grieta en sí misma.
Para ello existen varios procedimientos. Elegir el más adecuado dependerá de factores como el espesor de la grieta, si se trata de un tabique o de un muro de carga, o el material que constituye la fábrica afectada.
Es necesario indicar que el método habitual de reparación de las paredes enfoscadas o guarnecidas consiste en picar el revestimiento en torno a la grieta y reponerlo con nuevo mortero con venda o malla suele ser ineficaz, volviendo a aparecer la grieta al poco tiempo en los bordes de la venda.
Los métodos correctos para reparar una grieta son los siguientes:
Sustitución de los elementos afectados
Consiste en cambiar todos los ladrillos rotos. Para ello, se deben eliminar y sanear las piezas afectadas y las necesarias de su entorno para facilitar el trabajo, asegurando el enjarje (trabado) en toda la zona afectada por la grieta y por tanto logrando la recuperación del elemento constructivo.
Los nuevos ladrillos deben ser iguales a los ladrillos existentes, y su colocación se debe hacer recibiéndolos en toda su superficie con mortero igual al del resto de la fábrica, aunque conviene que tenga cierta plasticidad para que se acomode bien a las juntas. Evitaremos morteros demasiado ricos en cemento por la falta de flexibilidad que pueden tener.
Inyección de morteros o productos químicos especiales
Consiste en el relleno de la grieta con mortero o mezcla de resinas. Se deberá proceder en primer lugar a limpiar lo mejor posible el interior o los lados de la grieta, lo que podremos hacer de forma manual o con aire a presión. Si la grieta tiene un espesor muy reducido, puede ser conveniente proceder de forma previa a abrir sus labios para facilitar el trabajo.
El mortero que inyectemos debe ser muy fluido, y puede tener componente expansivo y adición de resinas epoxi para mejorar su adherencia. En algunos casos, puede ser suficiente el empleo de un mortero de cal, que presenta una baja retracción y gran plasticidad para adaptarse a la cavidad que debemos rellenar.
La inyección se puede realizar con jeringas especiales a presión si la abertura de la grieta lo permite. Si no, será necesario abrir unos orificios separados entre 20 y 40 cm y colocar boquillas en los mismos desde las que inyectar el mortero.
Cosido o grapado de la grieta
Se trata de un procedimiento complementario del método de inyección, y consiste en "coser" las dos partes separadas del muro o tabique afectado por la grieta con unos elementos metálicos de forma redondeada o pletinas de acero. Es importante que sean de acero inoxidable para evitar que se generen procesos de corrosión en el interior del muro, o bien que reaccione con otros materiales incompatibles como puede ser el yeso. También se pueden usar elementos de fibra de vidrio o de carbono.
Estas grapas se deben colocar de forma perpendicular a la grieta en rozas practicadas en el muro al efecto, y de forma que no queden centradas con respecto a la grieta, si no al tresbolillo.
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