Nueva Arquitectura
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Cómo tener una instalación segura y con garantías

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, muchos usuarios se plantean instalar un sistema de calefacción en sus hogares o actualizar los sistemas ya existentes para mejorar su eficiencia energética y ahorrar en los gastos de su factura.

 

En cualquiera de los casos, es necesario acudir a un instalador de calefacción cualificado (empresa instaladora térmica) ya que estas instalaciones deben cumplir determinados requisitos de diseño y ejecución establecidos por la normativa vigente y, además, en su ejecución deben adoptarse una serie de medidas de seguridad importantes al implicar tomas de gas u otros combustibles y electricidad.

 

Estos profesionales cualificados cuentan con una amplia experiencia en el campo y pueden asesorar para elegir el sistema que mejor se adapte a las necesidades de cada vivienda o redistribuir la organización de los radiadores y demás sistemas si se trata de una reforma o rehabilitación integral.

 

El instalador de calefacción debe colocar no sólo el aparato en cuestión (la caldera, los radiadores, el termostato…) sino agruparlos de forma correcta y equilibrada en un sistema completo que garantice el confort y la eficiencia energética.

 

Las instalaciones de calefacción y climatización (instalaciones térmicas) están reguladas por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). De acuerdo a esta normativa, sólo las empresas instaladoras térmicas están habilitadas para la ejecución, mantenimiento y reparación de las instalaciones de calefacción y aire acondicionado. Así mismo, los fabricantes de equipos de calefacción y climatización disponen de servicios técnicos oficiales que pueden ejecutar las labores de reparación y mantenimiento de sus aparatos. En general se trata de un sector caracterizado por un alto grado de profesionalidad fruto de la regulación técnica existente, el trabajo de formación desarrollado desde las asociaciones profesionales que aglutinan a empresas del sector y de los cursos y jornadas impulsadas por los fabricantes, entre otras actividades.

 

Como consumidores, podemos demandar una acreditación al instalador, ya sea una empresa o autónomo, que debe estar dado de alta como empresa instaladora térmica para ejercer la actividad, lo cual se puede verificar mediante la consulta al Registro Integrado Industrial accesible desde la web del Ministerio de Industria. Estos profesionales también suelen pertenecer a alguna asociación, pueden estar acreditados por alguna marca fabricante, tienen un CIF, disponen de un seguro de responsabilidad civil y siempre han de hacer factura.

 

Los instaladores, que generalmente son autónomos o pequeñas empresas, cuentan en su mayoría con un aval de los fabricantes de equipos que, mediante formación continuada, apoyan a estos profesionales y los agrupan en sus equipos de “instaladores de marca”. A las fabricantes les interesa que sus instalaciones se realicen adecuadamente y por eso se aseguran la calidad de los profesionales que instalan sus equipos.

 

El instalador planifica toda la actuación del sistema de calefacción, desde el suministro de los componentes necesarios (tuberías, calderas, radiadores, etc.) hasta la instalación y puesta en marcha de los mismos, asegurando que estos funcionan correctamente. Además, se encarga de legalizar la instalación y asume la garantía de la misma según lo establecido legalmente.

 

El asesoramiento especializado por parte de empresas autorizadas es clave para lograr la seguridad de la instalación y el mayor nivel de confort en la vivienda.

 



 


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